Las ciudades se organizan en base a un orden biopolítico (Foucault) donde los espacios son legibles, transparentes y, por ende, disciplinantes. Este orden totalitario es establecido a un nivel moral, social, político y económico, y las características de los espacios queer distorsionan este proyecto. Oscuros y llenos de laberintos, son difíciles de monitorear y, por ende, permiten alojar comportamientos disidentes, facilitando actividades que se supone que deben ocurrir fuera del marco moral de la ciudad. El objetivo de la ponencia es comunicar un mapeo histórico de la ciudad de Leipzig, Alemania, rastreando los espacios que construyen la memoria queer del lugar, en tanto constituyen lugares de emancipación, placer, terror y liberación. Bares, restaurantes, salones de baile, baños públicos y sedes de organizaciones políticas disidentes, así como también lugares relacionados con la persecución y la segregación, son puntos que se develan en esta cartografía, una deriva queer por la ciudad a lo largo de casi un siglo y medio.