On October 17, 1945, the rules of the game of Argentine politics changed forever. From the arrival of Juan Domingo Perón to the Argentine presidency, and Eva Duarte, to the field of social action; argentine society underwent transcendental changes that would be present in all national cultural production, including architecture. In this way, most of argentine society is divided, grouping behind two political banners: peronismo and anti-peronismo. Both groups, diverse, heterogeneous and even contradictory, will make up the two faces of argentine society, and it is possible to assign aesthetic characteristics to each.\nLikewise, and for the first time in argentine history, a "first lady" takes on importance as a political actor with its own weight, articulating and executing its power through its own institution, which at times will function privately, in others parastatally, from time to time complementary, without ever losing its independent character, and in an innovative way that will bear its name.\nThe Eva Perón Foundation and its director entered the argentine scene at the end of 1948, leaving charity behind to make way for comprehensive social justice; where the aesthetic component, headed by the neocolonial, provokes an architectural dialogue, not without friction, with several fronts. On the one hand, with its otherness, the vestiges of the Charity Society with the ladies of the oligarchy and a combative anti-peronismo and on the other, with members of the peronist government itself, ministers and secretaries, possessors of a strong misogyny, who do not see with good eyes the vertiginous rise of María Eva Duarte de Perón in argentine politics, which will put in check the forms and times of the old politics in matters of social assistance.

El 17 de octubre de 1945 las reglas del juego de la política argentina cambiaron para siempre. A partir de la llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia argentina, y de Eva Duarte, al campo de la acción social; la sociedad argentina sufrió cambios transcendentales que se encontrarían presentes en toda la producción cultural nacional, arquitectura incluida. De esta manera la mayor parte de la sociedad argentina se divide, agrupándose tras dos banderas políticas: el peronismo y el antiperonismo. Ambos grupos, diversos, heterogéneos y contradictorios, compondrán las dos caras de la sociedad argentina, siendo posible asignarle a cada una de ellas, estéticas características.\nAsimismo, y por primera vez en la historia argentina, una "primera dama" toma importancia como actor político de peso propio, articulando y ejecutando su poder a través de una institución específica, la cual funcionará por momentos de manera privada, en otros paraestatalmente, o de manera complementaria, sin perder nunca su carácter independiente, y de forma innovadora que llevará su nombre.\nLa Fundación Eva Perón y su directora entran al escenario argentino a fines de 1948 dejando atrás la beneficencia para darle paso a la justicia social integral; en donde la componente estética, principalmente volcada a los estilos neocoloniales, provoca un diálogo arquitectónico, no exento de roces, con varios frentes. Por una parte, con su alteridad, los vestigios de la Sociedad de Beneficencia con las damas de la oligarquía y un combativo antiperonismo y por otra, con miembros del propio gobierno peronista, ministros y secretarios, poseedores de una fuerte misoginia, quienes no ven con buenos ojos el vertiginoso ascenso de María Eva Duarte de Perón en la política argentina, la cual pondrá en jaque las formas y los tiempos de la vieja política en materia de asistencia social.