Climate change is no longer a concern associated with a dystopian future and emerges as one of the most urgent challenges we have as a society. Even with a degree of uncertainty, its impact is already felt in different regions of the world and is increasing rapidly because of the dominant development model. It is a global, multi-causal and complex phenomenon that has local particularities and distinct effects on different social groups, so responses must address the socio-cultural dimensions that are intertwined with this phenomenon.\nThe scientific community, mainly through the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), has generated empirical evidence on how the impacts of climate change mainly affect populations with fewer economic resources, which are in situations of social inequality, where poverty reaches higher levels. This structural gap often leads to greater vulnerability and reduced adaptive capacity, which are exacerbated by the intersection of categories such as gender, ethnicity, class and age, and are reinforced by the reproduction of socially constructed roles and stereotypes. In this way, it is understood that the starting positions of people to deal with the impacts of climate change are not equal; therefore, the definition of their strategies of struggle need to be considered from an intersectional identity perspective.\nIn addition to the production of empirical evidence, there are contributions from the academic field and from social movements and organizations about the variety of inequalities that exacerbate climate change, as well as the creation of normative frameworks that incorporate gender considerations in the guidelines and environmental principles. The recognition of the interrelationship of these dimensions has prepared the context for countries to move forward in integrating gender equality principles into their climate change agenda, while considering different implications and contributions when defining their policies, plans and programs.\nArgentina is not on the fringes of this transformative potential scenario. Continuing the design, implementation and evaluation of climate policies blinded to social inequalities and, in particular, gender inequalities, can contribute to deepening the structural gaps that already exist. On the contrary, promoting the integration of the gender perspective and intersectionality in its policies emerges as an opportunity to promote greater equity through an inclusive climate action.\nThis thesis aims to analyze the progress and limitations in the process of integrating the gender perspective in public policies on climate change at the national level, based on the identification of institutional governance mechanisms. To make it possible, it uses different methodological tools; documentary review, multicriterial analysis that includes statistical and qualitative information, and in-depth interviews.

El cambio climático dejó de ser una preocupación asociada a un futuro distópico y emerge como uno de los desafíos más urgentes que tenemos como sociedad. Aún con cierto grado de incertidumbre, sus impactos ya se sienten en distintas regiones del mundo y se acrecientan aceleradamente a causa del modelo de desarrollo dominante. Se trata de un fenómeno global, multicausal y complejo, que presenta particularidades locales y efectos diferenciados en los distintos grupos sociales, por lo que las respuestas deben abordar las dimensiones socioculturales que se encuentran entrelazadas a este fenómeno.\nLa comunidad científica, principalmente a través del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ha generado evidencia empírica acerca de cómo los impactos del cambio climático afectan principalmente a las poblaciones con menos recursos económicos, en situación de desigualdad social, entre quienes la pobreza alcanza niveles más elevados. Esa brecha estructural suele determinar mayores condiciones de vulnerabilidad y menor capacidad de adaptación que se acrecientan al entrecruzarse con categorías como el género, la etnia, la clase social, y la edad, y se refuerzan mediante la reproducción de roles y estereotipos construidos socialmente. De este modo, se comprende que las posiciones de partida de las personas para hacer frente a los impactos del cambio climático no se dan en igualdad de condiciones y oportunidades, por lo que la definición de sus estrategias de lucha no puede considerarse neutral al género ni a otros ejes identitarios.\nA la generación de evidencia empírica, se suman los aportes provenientes del campo académico y de los movimientos y organizaciones sociales acerca del entramado de desigualdades que exacerba el cambio climático, así como la creación de marcos normativos que incorporan las consideraciones de género en las directrices y principios ambientales. El reconocimiento de la interrelación de estas dimensiones ha favorecido el contexto para que los países avancen en la integración de principios de igualdad de género en sus estrategias frente al cambio climático, al tiempo que consideren las implicancias y contribuciones diferenciadas al momento de definir sus políticas, planes y programas.\nArgentina no está al margen de este escenario con potencial transformador. Orientar el diseño, la implementación y la evaluación de políticas climáticas ciegas a las desigualdades sociales, y en particular a las desigualdades de género, puede colaborar con profundizar las brechas estructurales que ya existen. Por el contrario, favorecer la integración de la perspectiva de género e interseccionalidad en sus políticas, se configura como una oportunidad para promover una mayor equidad a través de una acción climática más igualitaria e inclusiva.\nEsta tesis se propone analizar el grado de maduración en el proceso de integración de la perspectiva de género en las políticas públicas sobre cambio climático a nivel nacional, a partir de la identificación de sus mecanismos institucionales de gobernanza. Para hacerlo, se vale de distintas herramientas metodológicas; revisión documental, análisis multicriterial de información estadística y de tipo cualitativa, y la realización de entrevistas en profundidad.